En Resident Evil Village, unos años después de los sucesos de Resident Evil 7: Biohazard, en el que el protagonista Ethan Winters viajó a Luisiana para buscar a su esposa desaparecida, Mia, ellos ahora viven felices juntos y sin pensar más en la pesadilla por la que pasaron la casa de la plantación de los Baker.
Cuando por fin es capaz de olvidar esos horribles sucesos, el mundo de Ethan se derrumba de repente una vez más cuando Chris Redfield, un rostro inesperado, pero familiar, aparece para desencadenar una serie de eventos en los que se ve a Ethan angustiado que busca respuestas a las impactantes acciones de Chris… hasta que al final lo encuentra en un pueblo misterioso.
A diferencia de los pasillos estrechos de la mansión de los Baker en Resident Evil 7, el miedo a los rincones oscuros se reemplazó por la ansiedad a lo desconocido a medida que Ethan busca respuestas dentro de edificios decrépitos entre árboles cubiertos de nieve.
El regreso de la perspectiva en primera persona también le brindará una sensación visceral al combate. Cada combate es una lucha personal por la supervivencia contra enemigos terroríficos, lo que te obligará a estar atento a tu entorno y a buscar recursos y enemigos de forma constante en territorio desconocido. Con un mayor enfoque en el combate y la exploración en comparación con Resident Evil 7, el pueblo en sí es un personaje tan importante como cualquier otro, un lugar con vida propia que con frecuencia te mantendrá en vilo a medida que descubres sus secretos.